Uno de los principales saltos mortales a los que las empresas se resisten es a la apertura de comercio con el extranjero. Cabe decir que hay un gran número de compañías que mira esta opción con recelo, e incluso las rechazan con miedo como si de un bogeyman se tratase.

 

¿ACIERTO O ERROR?

A menudo la pregunta de si tomar esta decisión puede ser beneficiosa o perjudicial para la empresa ronda la cabeza de muchos empresarios y empresarias, por ello vamos a recoger una serie de ventajas e inconvenientes ante la duda.

 

VENTAJAS

La marca de la empresa adquiere un valor más grande, puesto que si es reconocida en otros países genera una sensación de calidad, presencia y confianza, incentivos que supondrán un aumento de clientes fieles.

Al salir al extranjero, tanto empresas pequeñas como medianas pueden ser más competitivas, y hay datos que certifican que adquieren una productividad más alta frente a la opción de no internacionalizarse. Además, permite encontrar oportunidades en mercados distintos y abrir la puerta a un nuevo tipo de cliente. Como es probable llegar a más gente, supondría un aumento de beneficios a medio y largo plazo y un posible nuevo público.

 

INCONVENIENTES

Antes incluso que prestar atención a las ventajas, habría que poner sobre la mesa los riesgos que representaría para la empresa, ya que es un cambio importante que requiere un buen estudio y un plan de estrategia.

Hay que tener en cuenta el destino y el cliente potencial, las costumbres, la cultura y la forma de pensar, puesto que puede modificar la idea de negocio principal. Puede que los objetivos no sean los mismos que en el país de origen, pero que haya similitudes. El gusto del consumidor puede ser diferente y es algo a tener en cuenta. Pensar en la logística, en el transporte y en sus costes para que no supongan pérdidas en la empresa y, por supuesto, en los impuestos por los productos no nacionales.

Otro problema a mayores sería la inexistencia de formación. No formar a los empleados (incluso que no se forme el propio empresario) ante este gran cambio puede suponer un desastre. Es imprescindible tener conocimientos sobre control aduanera, métodos de pago, políticas internacionales, etc…

 

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