La crisis provocada tras el COVID 19 requiere que las empresas sean capaces de adaptarse al nuevo escenario social, y para ello es necesario que las personas, como núcleo de las organizaciones, se formen en habilidades concretas como la prevención y la gestión de las emociones. El objetivo principal es que sean capaces de transmitir seguridad, tanto a clientes, como a proveedores. En definitiva, un curso desarrollado por personas comprometidas con la sociedad, para formar a personas preocupadas por la sociedad.

Hemos comprobado de cerca que el coronavirus SARS-COV2 no es historia todavía y estará probablemente varios meses más entre nosotros, incluso quizás se quede para siempre; pero no es momento para desanimarse. Como hemos podido comprobar en diferentes puntos del país, tras varias semanas de epidemia vino un momento de calma en el que «ya podíamos confiarnos» y, precisamente después, un nuevo brote.